Traumatológia

Las lesiones en los meniscos de la rodilla son comunes y pueden provocar dolor, inflamación y limitaciones en el movimiento. El tratamiento inicial implica reposo, medicamentos antiinflamatorios y rehabilitación. Cuando no responde al tratamiento conservador, se considera la cirugía artroscópica mínimamente invasiva. El objetivo principal es la reintegración a las actividades diarias y deportivas. En casos graves, la reparación puede ser imposible, requiriendo extracción parcial o total, con la opción del trasplante en casos específicos.

Este ligamento, esencial para la estabilidad de la rodilla, puede lesionarse causando inestabilidad, dolor e hinchazón. Las lesiones parciales se pueden tratar con reposo, fisioterapia y medicación para recuperar la actividad normal. En lesiones graves, la cirugía con reemplazo del ligamento mediante técnica artroscópica es una opción para prevenir un mayor desgaste de la rodilla.

Este reemplazo restaura la articulación dañada, aliviando el dolor y mejorando la movilidad. Indicada para artrosis avanzada o daños extensos. Se pueden usar dos tipos: unicompartimental, para daños menores, y total, para daños extensos. El objetivo es recuperar la calidad de vida y retomar las actividades habituales.

Formado por cuatro músculos, este tendón permite el movimiento del brazo en todas las direcciones. Lesiones como inflamación o rupturas parciales se tratan con reposo, terapia física y medicamentos antiinflamatorios. En casos graves, se opta por la reparación mediante artroscopia para restaurar la funcionalidad.

Esta articulación es altamente susceptible a luxaciones. La inestabilidad surge por lesiones en los ligamentos y músculos que sostienen el hombro, provocando movimientos anormales. Sus síntomas incluyen dolor, sensación de inestabilidad y luxaciones frecuentes. El tratamiento inicial se basa en reposo y antiinflamatorios, seguido de ejercicios de fortalecimiento. En casos graves o recurrentes, la cirugía artroscópica es una opción para una recuperación más rápida y retorno a las actividades habituales.

La tendinitis del hombro provoca dolor debido a la inflamación de los tendones. Esta afección se intensifica con movimientos del brazo y actividades cotidianas, como lavarse el cabello o elevar objetos. El tratamiento inicial incluye reposo, medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia. En casos graves, la cirugía artroscópica puede ser necesaria para recuperar la funcionalidad.

La bursitis del hombro ocasiona inflamación de la bursa, generando dolor que aumenta con movimientos y presión en la zona afectada, como al dormir sobre el hombro. El tratamiento inicial se enfoca en reducir la inflamación mediante reposo, medicamentos y fisioterapia. En situaciones más severas, la cirugía artroscópica puede ser recomendada para una recuperación efectiva.

El pinzamiento subacromial provoca dolor debido al roce entre el húmero y la parte superior del hombro, causando molestias al realizar movimientos o al descansar. El tratamiento inicial busca reducir la inflamación mediante reposo, medicamentos y fisioterapia. En algunos casos más complejos, la cirugía artroscópica puede ser necesaria para aliviar la afección y restablecer la funcionalidad.